Hace 16 años el horno Noborigama funciona en la Asociación de Artesanos Aregüeños (AAA) de Paraguay, gracias a un proyecto adjudicado por la Agencia Japonesa de Cooperación Internacional. El objetivo de los artesanos nucleados en esta asociación es llegar a la fabricación de porcelana, pues el Noborigama es un horno especial para producir porcelana de altas temperaturas con una cocción de 32 horas y una temperatura de 1.300 grados.
“Nuestra idea original presentada en el proyecto era fabricar porcelana por primera vez en Paraguay y surgió el Noborigama, pero los artesanos no estábamos en el nivel, era como saltar de la primaria a la universidad. Es por eso que los de la JICA creyeron conveniente que pasáramos ese proceso de la fabricación de la cerámica de alta temperatura”, menciona Pedro Cristaldo, fundador de la Asociación.
La asistencia técnica duró un año y el proyecto tuvo cuatro ejes, el primero era la documentación, el segundo fue la transferencia de conocimiento, la inversión y el cuarto fue la reforestación. “Toda la leña que utilizamos en el Noborigama es de eucaliptos de reforestación por el tema del medioambiente”, destaca el artesano.
El punto más bajo del horno es de 1.200 grados y el más alto de 1.300 grados. “La temperatura es un indicador de qué tipo de cerámica se fabrica en cualquier parte del mundo, a partir de 1.300 grados a 1.450 grados ya es porcelana, estamos a un paso de ello, pero debemos avanzar en el conocimiento de las técnicas”, según explica Cristaldo.
Otra de las características del horno es que el más grande y único en Sudamérica, además los productos que en él se elaboran no llevan plomo o sea serían libres de toxicidad. Se trata de un horno escalonado en el que cada cámara tiene la misma temperatura.
“En Paraguay contamos con materia prima para llegar a la porcelana, hay varios minerales con yacimientos de caolín con alto porcentaje de alúmina, que son buenísimos para la porcelana”, señala el artesano.
La Asociación de Artesanos Aregüeños está próxima a cumplir 24 años el 14 de setiembre y como es costumbre está preparando una feria de artesanías. La organización también suele ofrecer cursos.
“Lo más destacado del Noborigama es que los productos son gratamente aceptados en el mercado, pues en Paraguay no era algo muy conocido”, menciona Pedro Cristaldo.
Por su parte, el artesano Teodoro Olazar menciona que trabajar con el Noborigama es algo diferente a la cerámica tradicional, es un trabajo más fino y elegante. “Gracias a esta técnica he avanzado mucho como artesano, pues se le brinda al cliente un producto de mejor calidad”, destaca Teodoro, uno de los artesanos más jóvenes.
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