En la década del 50, donde gran parte del interior permanecía a oscuras y solo unos pocos contaban con generadores electrógenos en sus casas, un grupo de ciudadanos villariqueños se unieron para lograr una solución definitiva a la falta de energía que esté acorde a una capital departamental en constante crecimiento en aquel entonces.
“Se compraron grupos generadores de Alemania y con eso se comenzó a distribuir en la ciudad, en el 60 se creó la sociedad por acciones y una ley especial autorizó a la Municipalidad de Villarrica a conceder la exclusiva potestad a Clyfsa, como distribuidora de energía para el distrito”, rememoró el ingeniero Luis María Ocampo, presidente de Clyfsa.
Por 13 años, la ciudad se abasteció de energía mediante los generadores, hasta que finalmente se apagaron en año 1973 por su alto costo en mantenimiento, a partir de ese entonces se integraron al sistema de la Administración Nacional de Electricidad por medio de la represa Acaray, y adquieren la energía de la institución para la redistribución en la ciudad, régimen que se mantiene en la actualidad.
Se estima que unos 16.000 clientes dependen exclusivamente de la provisión de Clyfsa, cifra que tiende al aumento al igual que la demanda de energía eléctrica, tenemos “una subestación propia, nuestras propias redes de distribución en 23 mil voltios que recorren toda la ciudad en media y baja tensión, tenemos transformadores propios, nos encargamos del alumbrado publico. y los medidores”, detalló el presidente.
“Compramos la energía en 66.000 voltios a unos (32 dólares /MWh), en la subestación se transforma a 23.000 voltios, luego pasa a nuestros tres alimentadores principales, y luego a los puestos de distribución, tenemos dos transformadores de 30 MVA de potencia y el pico de consumo en verano llega a 24 MVA, es decir tenemos reserva de potencia energética”.
En palabras de Ocampo, el sistema villarriqueño se destaca por su solidez, producto de la fuerte inversión anual mayormente en el área de distribución en el orden de los G 4.000 millones por año, en tanto que uno de los transformadores recientemente adquiridos tuvo un costo de US$ 1.000.000, “son inversiones de 10 a 15 años que se van ir amortizando con el tiempo”.
Consultado sobre los cortes que agobian a miles de usuarios en otros puntos como Asunción y el departamento Central, el alto directivo sostuvo que tampoco escapan a este inconveniente, las temperaturas extremas por arriba de los 40 grados sobrecargan el sistema, provocando algún que otro fuera de servicio, no obstante al tener una área de cobertura mucho menor en comparación a la ANDE, “la reposición se da entre 10 a 15 minutos, es lo que se tarda en reponer los fusibles, ya que en general nuestros transformadores no se queman”.
Tarifa y niveles de morosidad
A través de un recurso de amparo promovido contra el pliego de tarifas número 21 de la ANDE, que fue aprobado en primera y segunda instancia, Clyfsa tiene el menor costo en comparación al rato del país, entre el 15% a 18% menos que la ANDE, no obstante esto puede modificarse a mediano plazo, “siempre y cuando la ANDE ponga un pliego acorde y que respete el principio de proporcionalidad en todas sus categorías”, explicó.
El costo permite además mantener controlados los niveles de morosidad, que a decir de Ocampo son mínimos. Alrededor de 2.000 personas de escasos recursos son beneficiadas con la tarifa social por medio de una ley y “luego nosotros recuperamos con el Estado”.
A esto se suma la inexistencia de conexiones clandestinas, uno de los problemas más recurrentes para la ANDE, “no tenemos enganchados al sistema, si viene alguien a querer engancharse a la red, son los propios vecinos que avisan y nosotros vamos a ponerlos en regla e incluirlos en la tarifa social”..
Además el impacto económico para la empresa, las conexiones clandestinas suponen riesgos para el usuario mismo y para sus pertenencias tales como heladeras, televisores y otros electrodomésticos, por ello les instamos a que sean legales.
El futuro energético
Ocampo estima que la empresa seguirá sirviendo a la comunidad como lo viene haciendo desde hace décadas, continuando las inversiones continuas en virtud al crecimiento constante de la cartera de clientes.
Al mismo tiempo recomendó a las autoridades nacionales a hacer lo propio en lineas de distribución, que si bien se está realizando, los planes tropiezan con la burocracia estatal, esto demora entre dos a tres años la concreción de un proyecto, cuando los tiempos de distribución son urgentes.
Recalcó que toda construcción de líneas de distribución en áreas urbanas, necesariamente ocasionan cortes prolongados, por ello se debe trabajar para reducir el impacto en la ciudadania, puesto a que la demora excesiva en la reposición de la energía afecta directamente a su calidad de vida, reflexionó.
Fuente: Diario Hoy.
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