Como primera medida se recomienda abrigar a los niños y niñas correctamente para mantener la temperatura corporal y evitar exponerlos al clima frío, a las precipitaciones y a personas con síntomas respiratorios. Se desaconseja llevarlos al hospital si ellos no tienen que consultar.
No enviar al niño o niña a la guardería en caso que presenten signos o síntomas de la enfermedad: fiebre, tos, erupciones en piel, vómitos u otro malestar, a fin de prevenir que otros compañeritos/as se enfermen.
Continuar con la lactancia materna.
Bajo ninguna circunstancia automedicar al niño/a, mejor llevarlos a la consulta pediátrica. Hay que tener en cuenta que la postergación de la consulta médica puede generar complicaciones en el cuadro del infante.
Mantener actualizado el esquema de vacunación. Niños/as a partir de los 6 meses de edad, que aún no recibieron la dosis antigripal este año, deben vacunarse. Esto impedirá que contraigan las formas graves de la influenza.
Los cuidadores de niños/as también deben estar vacunados contra las enfermedades de invierno.
Extremar cuidados para evitar que sean víctimas de quemaduras
No cocinar ni tomar mate con el niño/a en brazos.
Al momento de preparar el baño para el bebé o el niño/a, es aconsejable colocar primero el agua fría en la bañera y luego entibiar agregando de a poco el agua caliente.
Evitar la presencia de fuentes de calor (estufas, braseros, etc.) al alcance de los/as niños/as.
En caso de presentarse quemaduras en los/as niños/as, acudir al centro de salud más próximo. Evitar la aplicación de sustancias (huevo, manteca, preparaciones caseras y otros) que pueden posibilitar la sobreinfección de la herida.
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