El mismo se encuentra a la entrada de la ciudad de Paso Yobái y fue elaborado en el marco de las estrategias de comunicación del Proyecto NAP, la que sirve para potenciar los beneficios de la minería para la comunidad y para concienciar acerca de la necesidad de disminuir los costos sociales y ambientales que suele acarrear la actividad.
Debe destacarse que reducir y eliminar el uso del mercurio en la minería artesanal puede ser beneficioso en primer lugar, para la salud de los mineros conservando su fuente de trabajo e ingresos, y en la medida que se reduzca la contaminación puede beneficiarse a la sociedad civil, de manera que el eje que se pretende transmitir es que el “ORO SIN MERCURIO ES MEJOR”.
Lema y Mensajes Principales
“Oro: Sin mercurio, es mejor” es el lema planteado. La frase se basa en el corazón del dilema actual, el aprovechamiento del oro, evitando las consecuencias negativas en la salud, el entorno familiar, la economía, el ambiente y el desarrollo sostenible de la región y el país. Se plantea la legitimidad de la búsqueda y explotación, pero evitando el uso de un elemento que tiene serias consecuencias en múltiples aspectos.
Mejor para tu salud
El mercurio es tóxico para el sistema nervioso. La inhalación de vapor de mercurio es perjudicial para los sistemas nervioso e inmunitario, el aparato digestivo y los pulmones y riñones. Los efectos incluyen daños al cerebro, riñones y pulmones. El envenenamiento por mercurio puede provocar varias enfermedades y hasta la muerte.
Mejor para la comunidad
Lo que le ocurre al minero y a su familia, también le puede ocurrir a los vecinos y a la comunidad en la que vive el trabajador. La contaminación por mercurio no tiene fronteras, ni murallas, ni espacios de protección suficientes. Una vez emitido al ambiente, el mercurio se traslada y puede alcanzar grandes distancias antes de depositarse en el suelo o en los cursos de agua. La mejor manera de evitarlo es no usando mercurio en el trabajo de minería.
Mejor para el ambiente
Las zonas mineras suelen tener una alta concentración de mercurio, y por eso son consideradas “zonas críticas”. Desde estos lugares el mercurio se traslada a través de cursos de agua, contaminando los lechos de arroyos y ríos, los peces y otros organismos acuáticos. A su vez, al esparcirse en el aire el mercurio se traslada y contamina la fauna y flora silvestres, causando daños al ambiente y también a las personas, tanto a las que trabajan directamente en la minería como a las que habitan la zona.
El suelo, los ríos, arroyos, estanques y lagos quedan contaminados por mucho tiempo, durante décadas. Fenómenos climatológicos, como las inundaciones, complican aún más la situación. Los sedimentos cargados de mercurio son arrastrados aguas abajo, ampliando los riesgos para personas y lugares más alejados.
Todo lo que se deposita en la naturaleza o en organismos vivos llega finalmente al ser humano a través de la cadena alimentaria o la simple contaminación.
El Proyecto NAP
El objetivo del proyecto es el desarrollo de un Plan de Acción Nacional, para reducir el uso de mercurio y compuestos de mercurio, así como las emisiones y liberaciones al medio ambiente del mercurio procedente del uso en minería aurífera artesanal y en pequeña escala, y facilitar el procesamiento por el uso de conocimientos y herramientas científicas y tecnológicas de los interesados nacionales en Paraguay. El mismo forma parte del artículo 7 del Convenio de Minamata sobre el Mercurio, el cual el Paraguay ha ratificado mediante la Ley N° 6036.
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