El Dr. Miguel Franco, nefrólogo del Hospital Pediátrico “Niños de Acosta Ñu”, comenta que el mayor porcentaje de pacientes que ve en consultorio presenta enfermedades renales agudas, esto posibilita iniciar -junto a los padres de estos niños y jóvenes- trabajos en conjunto para prevenir casos crónicos.
Comenta que, si bien es cierto que la enfermedad suele ser silente, existen ciertos signos de alarma en los niños, que deben llamar la atención, como las infecciones urinarias recurrentes, talla baja que no esté relacionado con un problema endocrinológico y problemas para subir de peso.
Actualmente, es posible detectar malformaciones renales y del tracto urinario desde antes del nacimiento. A través de las ecografías prenatales, se puede realizar diagnósticos, lo que posibilita al profesional de la salud, dar seguimiento clínico al recién nacido, ya con los antecedentes previos. Otros casos podrían requerir de cirugías, pero lo importante es la detección temprana para controlar la funcionalidad renal.
El Dr. Franco enfatiza que es importante promover, desde la infancia, cuidados básicos que se conviertan en hábitos. Una buena alimentación, que incluya la ingesta de frutas y verduras; limitar el consumo de sal y alimentos con alta carga de sodio (generalmente los productos enlatados son los que más contienen); evitar, además, embutidos y conservante; ingerir líquidos es muy importante para los riñones: jugos naturales, pero principalmente agua. Las actividades físicas diarias favorecen a mantener los riñones –el cuerpo y la mente- sanos, por ello, aconseja incentivar a los más pequeños a realizar ejercicios entretenidos y divertidos.
Este es el primer paso para seguir avanzando hasta las siguientes metas, que consisten en poder realizar todas las modalidades de remplazo renal y, llegar a los trasplantes.
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